Por: Tom Castillo
Recordando
Hoy nos vestimos de gala porque, hace exactamente 25 años, se estrenó la mítica PlayStation 2, la indiscutida reina de la sexta generación de consolas y el rostro del gaming en los 2000.
Las razones para su éxito sobran. Con cerca de 160 millones de unidades vendidas, sigue siendo la consola más vendida de la historia, superando por poco a la Nintendo DS (154 millones) y a la Nintendo Switch (150 millones). La razón de este éxito, creo yo, está en su catálogo, pues esta consola cuenta con una de las bibliotecas más robustas e icónicas de la historia. El salto gráfico de la PS2 nos regaló nuevas sagas, los títulos más importantes de muchas franquicias y auténticas joyas de culto.

De entrada, la PlayStation 2 fue el semillero de grandes rostros del gaming. Esta consola fue la cuna de grandes franquicias como Jak and Daxter, God of War, Devil May Cry, Kingdom Hearts, Monster Hunter, Ratchet & Clank, Zone of Enders, Katamari Damacy, Guitar Hero, Bully y Disgaea. Además, alojó exclusivos revolucionarios para su época, como Shadow of the Colossus o God Hand.
Tan solo esto hablaría de una gran consola, pero la PS2 era una bestia única en su clase. Podía leer CDs y DVDs, era retrocompatible con la PS1 vía el emulador interno POPs, y gozaba de un soporte third-party legendario. Franquicia que hubiese, fijo tenía algún juego para la PlayStation 2.
Durante años la PS2 recibió estrenos a montones de IPs como Grand Theft Auto, Resident Evil, Metal Gear, Twisted Metal, Need for Speed, o Silent Hill. De hecho, y como dato curioso, Sony mantuvo viva la consola durante casi 14 años. FIFA 14 y Pro Evolution Soccer 2014 fueron los últimos juegos lanzados para la PS2, saliendo a mediados de 2013.
En consecuencia a este monumental catálogo, el apartado de accesorios y periféricos disponibles para la consola era casi tan inmenso como el de la Wii. Estaban las míticas memory cards, guitarras, micrófonos, tambores, controles remoto, Dualshocks 2 con forma de motosierra, pero también habían anomalías. Demostración de esto es el adaptador de internet, el cual permitió, en ciertas regiones de Asia y Norteamerica, jugar en línea un selecto puñado de títulos.
Curiosamente, en Japón, este adaptador contaba con funcionalidad extra, pues al ser combinado con otros accesorios, estos convertían la PS2 Fat en un “computador”. Si les interesa saber más, les recomiendo encarecidamente este excelente video de f4mi sobre la funcionalidad añadida que tuvo este adaptador.
Ahora, y como pequeño paréntesis, es imposible hablar de la PS2 y el Sony de los 2000s sin mencionar sus campañas publicitarias. Desde pósters que comparaban el adictivo placer de jugar en la PS2 con el sexo, hasta comerciales que imaginaban las posibilidades de la PlayStation 9; Sony plasmó a la perfección la estética edgy y Y2K en cada uno de sus anuncios.
Adjuntaré unas cuantas piezas pero los invito a zambullirse por completo en el mundillo publicitario de la PS2 (y parte de la PS3), pues el equipo de marketing de Sony cocinó unas locuras dignas de museo. Hasta tuvieron al maestro David Lynch (QEPD) dirigiendo tétricos e icónicos comerciales sobre la “experiencia PlayStation”.


Por otro lado, y enfocándonos en LATAM, aquí alcanzamos a ver bastante poco esta faceta de la PS2. La publicidad aquí era bastante menos extravagante y muchísimo más directa. Lo que sí vivimos, y compartimos con el resto del 3er mundo, fue la escena hacker de la PS2.
Corriendo el riesgo de dinamitar cualquier posible relación con alguna marca (y especialmente Sony), he de admitir que, como buen latinoamericano, el único juego “original” que tuve fue el Gran Turismo 3:A-Spec, que venía con la consola. Mi papá, un conocedor de la informática, mandó a desbloquear la consola para esquivar el alto costo de los juegos en Chile.

Pasé mi niñez recorriendo ferias y tiendas de CDs eligiendo el juego más bacán o buscando el que algún amigo encontró “el más pulento del montón”. Esperaba con ansías los domingos, ya que era el día donde se colocaba el tío con “los juegos de play”. Los precios variaban según el lugar y la presentación – algunos tenían hasta caja con carátula – pero nunca pagué más de dos lucas por uno. Con el tiempo aprendí a quemar mis propios juegos con Nero Burning Rom para ahorrarme unos pesos, abriendo un mundo de posibilidades.
Mirando atrás, recuerdo esta época con muchísimo cariño. Sé que hablar abiertamente de la piratería es un tabú para algunos jugadores y medios de videojuegos, pero fue gracias a una PS2 chipeada que pude experimentar el inmenso catálogo de esta fantástica consola. Además, tras hablar con varios amigos y conocidos, sé que muchos vivimos esta linda etapa. Fue casi como un rito de pasaje para todo gamer latinoamericano nacido en los 2000s.
La piratería nos permitió acceder a un mundo de grandes juegos. Y hago hincapié en esto porque, si no fuera por ese chip Matrix, quizás nunca hubiera conocido este bello hobbie. La PS2 fue mi puerta de entrada a un gaming más avanzado que el de la “Polystation”, y sé que para muchos fue la llama que encendió la pasión por los videojuegos.

Desde mi colección personal, armada durante las mejores tardes de mi infancia y las salidas más fructíferas a la feria de mi barrio, les recomiendo Chaos Legion, Battle Stadium D.O.N, Castlevania Curse of Darkness, Yu-Gi-Oh! Duelist of the Roses, The Godfather, Scarface, Prince of Persia Warrior Within, y Taito Legends 2. Jueguitos que, en mi humilde opinión, aún se sostienen como sólidas entregas dentro del inmenso catálogo de la PS2.
También, recuerdo con especial cariño las absurdas genialidades creadas por modders de PS2, como el Cumbia Hero, un emulador completo de la SNES gracias a SNES Station, PES Liga Chilena, el GTA Santiago o el épico Dragon Ball Budokai Tenkaichi 4.
Cerrando, me encantaría saber qué jugaron durante los años de gloria de la PS2. Y leer las anécdotas que tengan con esta tremenda consola que habitó miles de hogares en Latinoamérica y el resto del mundo. Los leeré con suma nostalgia.
¡Feliz cumpleaños PlayStation 2! ¡Gracias totales!
